martes, 9 de septiembre de 2008

DEMOCRACIA SOCIAL.


Un Nuevo Tiempo es actualmente el principal partido de la oposición. Destacados dirigentes conforman los mandos nacionales. Desde hace años no se veía en Venezuela un partido con una dirección de tal calidad. Son personas que vienen de distintas posiciones ideológicas: principalmente socialdemócratas, socialcristianos y de centroizquierda. Un Nuevo Tiempo necesita dotarse de un conjunto de principios que conformen una tesis programática, lo que se ha venido llamando Democracia Social. Ha sido un acierto ubicarse con voluntad y discurso en esta propuesta fundamental. Entre el neoliberalismo –fantasmón que Chávez usa con perversas intenciones y en realidad tuvo su momento de gloria cuando los gobiernos del estadounidense Ronald Reagan y de la inglesa Margaret Thatcher- y el populismo –llevado a extremos inusitados de derroche y corrupción en el gobierno actual-, nosotros nos ubicamos en la idea de Democracia Social. Ahora bien, esto debe ser definido en profundidad, transformado en un Programa Político para los venezolanos. Aunque el partido tenga prisas electorales, urgencias organizativas, comprensibles por la dura realidad de una polarizada confrontación, necesita precisar y fortalecer su identidad ideológica. El Congreso Ideológico debe realizarse en la fecha a establecer, pero sin otras posposiciones. A tal efecto, tiempo, dedicación y recursos, deben ponerse en función de esta imprescindible actividad.

Mientras Chávez nos quiere imponer un regreso al pasado, con las Fuerzas Armadas transformadas en partido chavista, nosotros proponemos la Democracia Social. En 1828 Bolívar advirtió: “El soldado no debe deliberar. ¡Desgraciado del pueblo cuando el hombre armado delibera”. Pero aún, Chávez los puso a militar ideológicamente en el fidelismo estalinista. La Democracia Social es la reivindicación de los poderes locales. Alcaldías y gobernaciones de elección popular y con autonomía política y administrativa. Chávez y el chavismo cómplice se están cargando la descentralización.

La Democracia Social significa una verdadera división de poderes, Montesquieu hecho realidad, y no la situación actual sin un verdadero poder legislativo, con una justicia adocenada y cómplice, con un falso “poder moral” que no es sino lo que Luis Castro Leiva llamó “soberanía sabanera”. Poderes autónomos son la garantía de la democracia. Un Nuevo Tiempo acertó cuando se decidió por la Democracia Social. Ahora vamos a desarrollarla teóricamente en el importante Congreso Ideológico.

VICTOR HUGO D’PAOLA.

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